Venciendo resistencias

“Hoy estoy resistente.

Hoy estoy resistente.

Hoy estoy resistente.

¿A qué? A lo que siento (ansiedad y nerviosismo), a lo que estoy haciendo y lo que está por venir. Hoy estoy resistente, y eso no me deja soltar...no me deja avanzar, me tiene paralizada”. Pero cuando menciono estas palabras, me doy cuenta de que fueron éstas mismas las que me permitieron soltar la ansiedad y el nerviosismo, y así, avanzar.

A menudo, cuando estamos sintiendo emociones que nos parecen desagradables (miedo, ansiedad, decepción, asco, etc), las tratamos de evitar a toda costa y éstas no desaparecen, si no que se EXPANDEN. Y es ahí donde uno piensa ¿queeeeeee? ¿cuál es el juego mental? ¡si estoy pidiendo que se vayan y se hacen presentes con más fuerza!

Cuando nos empeñamos en no aceptar lo que vivimos en este momento de nuestra vida, eso se queda en nosotros y no sale a la luz. Queda profundamente guardado, y aparece de alguna u otra manera (sea a través de una enfermedad, conductas explosivas, una baja de ánimo, desgaste emocional o una depresión, por ejemplo). Pero no siempre es fácil llegar y decir “hey, esto es susto...claro que me da miedo conocer gente nueva, cómo no, si el miedo al rechazo es un tema que tengo desde que era pequeña y cuando viví tal y tal situación” Claro que no. Esto requiere un análisis, tiempo y en algunas ocasiones que otra persona (como un terapeuta) nos ayude a verlo.

¿Pero qué hacemos si notamos que somos resistentes? ¿Si no queremos enfrentarnos a lo que nos pasa, o a alguna emoción específica?

Venciendo resistencias

Para poder desbloquearnos y relajarnos, lo mejor es aceptar que estamos siendo resistentes. Es como cuando uno intenta quedarse dormido a altas horas de la noche, después de decirte a ti misma constantemente que te quedes dormida, y que eso no funcione, cuando finalmente te rindes a que no puedes quedarte dormida y dejas de obligarte a hacerlo ¡te quedas dormida! Plop…

Si acepto mis deseos y necesidades...voy a dejar que estos se liberen. Si acepto que necesito amor, si acepto que me siento sola, esta emoción no se expandirá, si no que se apaciguará.

Si acepto que estoy resistiendome a sentir ansiedad, porque creo que esta me hace daño y no quiero experimentarla...esta va a comenzar a disminuir en intensidad.

Si acepto la realidad tal cual es, que lo que estoy sintiendo y viviendo en este minuto es una resistencia a vivir algo, podré vencerla.

No es fácil admitir muchas de las sensaciones que experimentamos o las acciones que realizamos. Pero son una realidad, ¡no hay día que no expresemos de distintas maneras lo que nos ocurre! Siempre, van a estar presentes. Así que si para ti es difícil - en algunos momentos - aceptar ciertas emociones, empieza aceptando que estás siendo resistente a sentirlas...y eso ¡ya ayudará!

¿Con qué te quedas hoy? Espero haber sido clara y que esto no haya quedado como una sopa de letras. Si quieres seguir conociéndote un poco más y aprender de ti, de tu cuerpo, mente, emociones y priorices el autocuidado, te invito a 4 instancias muy especiales, que me tienen muy muy contenta. ¿Dónde? En la semana de la autoestima, ¡sólo tienes que pinchar aquí para inscribirte! Arrancamos el 24 de marzo.

Te mando un abrazo cariñoso como siempre,