Cambia tú y cambiarán tus relaciones

Si hay algo que nos quita espacio mental y nos da preocupaciones, son nuestras relaciones cuando éstas no van bien. Te imagino en éste mismo momento pensando “¡uy, que cierto esto, Isa!”

Nuestras relaciones, en todas sus formas (amistad, amor, laboral o familiar), pueden ser una fuente de disfrute, placer y una zona segura para ser tú misma y sentir contención, o todo lo contrario: estrés, sentir que no puedes ser auténtica e incluso un espacio en donde no te sientes vista por un otro como te gustaría, y eso te hace sentir insegura y disminuida.

¿De qué lado quieres estar tú? Sin duda, el primero. No creo que una sóla persona en la tierra quisiera estar en la segunda situación, pero la realidad es que ocurre muchísimo.

El tema es el siguiente: hoy no hablaré de todas esas personas tóxicas que han pasado por nuestra vida y nos han hecho sentir mal (muy mal).

Hoy hablaré de la oportunidad que TÚ tienes para transformar tus propias relaciones, al punto de construir vínculos - actuales o futuros - en donde prime el disfrute, placer, autenticidad, amor y contención.

*Y ojo que esto no significa que no entremos en crisis o no tengamos discusiones, pero sí que las emociones positivas superen con creces a las negativas en cualquier relación que establezcas. ¡Que te hagan y hagas bien!

Hoy nos centraremos en ti, no en otra persona.

Cuando me preguntan “Isa, ¿cómo puedo salir de una relación tóxica?” mi respuesta suele ser siempre la misma: mejora tu autoestima y saldrás de ahí. Y cuando me dicen “Isa, me siento insegura en esta relación, ¿cómo puedo no paralizarse por mis miedos/dudas o sentirme suficiente con esa persona?” Mejora tu autoestima, y podrás cambiar eso.

Nosotras tenemos el poder y la responsabilidad de sanar la relación con nosotras mismas para construir vínculos amorosos que sean un espacio en donde uno quiera realmente estar.

Cuando sanamos nuestra propia relación, empezamos a vincularnos con personas de una autoestima similar a la nuestra, lo que implica, dejar atrás a esas personas que ya no están en la misma sintonía emocional o evolucionar junto a nuestra pareja, amistad o hermano a una relación más próspera, respetuosa y amable.

Entonces, si pensamos, lo más sabio sería poner energía en la transformación propia para generar relaciones sanas.

Y el mensaje que te quiero transmitir está muy lejos de “tienes que estar al 100% para construir una relación más sana” No, no y no. Porque eso se convertiría en una especie de resistencia a mostrarte tal cual eres, sería una buena excusa para no abrir tu corazón y ser vulnerable, por el hecho de “no estar lista o suficientemente trabajada a nivel personal”.

Dicho y aclarado lo anterior, entonces ¿Qué pasa cuando nosotras trabajamos en nuestro amor propio, autoestima y autoconfianza? ¡Voy a citar sus palabras! Para que vean en carne propia lo PODEROSO que es tomar una elección como poner el foco en nuestra propia transformación y crecimiento personal:

“Cuando trabajo en mí no he dejado atrás mis relaciones, sino que cambian para mejor, se aprende a aceptar a las personas tal cual son”

“Mi relación actual antes era difícil, yo siempre insegura, guardándome cosas, poco auténtica. Luego tuvimos un quiebre y me puse a trabajar en mi y, desde que volvimos, es otra cosa”

“Al cambiar uno, cambia todo su entorno. Las relaciones laborales, de amistad, de todas en general”

“Desde que terminé con esa persona, no he vuelto a estar con nadie pero eso me ayudó a no ser la tóxica de la relación. Actúe desde el corazón y no desde la cabeza”

“Si, hoy trabajo en mí, ¡aunque me costó! Pero salió esa venda que tenía en los ojos y ahora me siento en proceso de sanación”

“Al trabajar en mí, dejé de tener relaciones basadas en el apego”

¡GUAU! ¡GRACIAS POR TODAS SUS PALABRAS Y TESTIMONIOS!

Me llevo el gran aprendizaje de que este es el mejor momento para comenzar a preocuparte de ti. De aprender a confiar, sentir mayor seguridad y establecer límites para vivir las relaciones que realmente mereces.

Cuando cambias tú, cambia todo.

Es un proceso, sí, claro, pero recuerda ¡Un camino de mil kilómetros empieza con el primer paso!

Y yo te quiero acompañar.

Ps: a finales de noviembre tendremos 4 días intensivos para trabajar todo lo que estamos viendo en los momentos sagrados con mayor profundidad. ¡Ya tendrás noticias!

Te mando un abrazo y estaré encantada de leer qué te llevas de esta nota, si es un aprendizaje, un dato curioso o motivación para comenzar eso que llevas un tiempo dejando de lado: tú crecimiento y autorrealización.

Cariños del alma,

Mipacareu.