Salud Mental: Sin ella ¿Qué nos queda? Fecha: 14 de Octubre, 2020

El pasado sábado 10 de octubre fue el día mundial de la Salud Mental…¡este día me produce mil emociones, me hace pensar y me moviliza! Pienso, pienso, pienso: ¿qué hacer para mejorarla? ¿qué hacer para que las personas tengan un mayor bienestar y sufran menos? ¿cómo puedo ayudar a miles de mujeres desde mi casa…con todo este cariño y pasión que tengo dentro y quiero llevar tan lejos?

Las estadísticas dicen lo contrario, que cada vez estamos peor…que las RRSS tienen un impacto brutal en nuestro bienestar psicológico; que la depresión, la ansiedad y las tasas de suicidio crecen de manera anormal en relación a otras décadas…y yo pienso, pienso ¿qué hacer? ¿cómo podemos invertir la curva…o simplemente detenerla…cómo?

¿CÓMO?

Y pienso…y pienso…y de a poco van saliendo las ideas. Y espero que estas te sirvan a ti como motivación y cable a tierra para cambiar ese pensamiento de que nada pasa, cuando todo pasa…¡a mi me gana mil veces, y en muchas oportunidades tiendo a normalizar, normalizar el sufrimiento y la infelicidad! Incluso, caemos en esto mismo cuando de manera silenciosa empezamos a sufrir y lo dejamos estar, porque cada vez es más normal dejar de sonreír, dejar de vivir en plenitud. Pero no lo es…y en el fondo sabemos que no merecemos ni queremos eso.

Pero yo sé que ustedes – al igual que yo – quieren estar mejor, si no, ¿por qué estarían leyendo esto? Es por eso, que hoy te quise compartir mi reflexión y aprendizaje en relación a lo que SÍ podemos hacer para generar un mundo pro-salud mental:

1. Primero partir por uno: cuando yo estoy bien, esto se proyecta en lo que hago, en mi energía y en mi entusiasmo por hacer bien y mejor a los demás. Si no partimos por “la casa propia” es muy difícil que podamos ayudar a un otro…esa energía estará a medio andar y no podrás desplegar todo tu potencial para generar un mundo pro-salud mental. ¡Así que, si hay algo pendiente, primero resolverlo! ¡Si sentimos que necesitamos reparar, a poner las manos en la masa y actuar! Soy de las personas que cree que nadie nace malo o cruel…se va haciendo; y también creo que todos, TODOS podemos cambiar si es que lo deseamos con suficiente fuerza y comenzamos con algo pequeño (los cambios no son de la noche a la mañana).

2. Abrazar las emociones y aprender que todo el repertorio de éstas son necesarias: muchos de los problemas que tenemos en nuestro día a día son porque estancamos emociones, las reprimimos, y cómo bien dice el refrán “quien mucho traga, al final se ahoga”. Existen muchísimos riesgos de silenciar nuestras emociones, cómo por ejemplo, tener ataques de ira que nos sacan de nuestro centro y nos generan problemas relacionales con otras personas; tener un cuadro depresivo por no manifestar la tristeza y reprimirla; infinitas somatizaciones por dejar guardada en alguna parte de nosotros algún trauma, es decir, una emoción que el cuerpo no pudo asimilar…entre otros. Una buena gestión de nuestras emociones va a permitir que estemos en equilibrio, y así podamos gozar de una salud mental equilibrada.

Ahora ¿cómo ayudar a los demás con las emociones? Dejemos a los demás y a nosotros mismos vivir las emociones: vivir la tristeza llorando por ejemplo, en vez de decirles “ya pasó, no llores por ese X o pasarle un pañuelito”, decirles, “¡BOTA TODO! ¡LLORA! ¡ES VÁLIDO LO QUE VIVES!” O también darle cabida y espacio de forma asertiva a la rabia, ésta emoción es muy pero muy buena para poner límites – pues, con prudencia nos moviliza a hacernos respetar -.

3. Trabajar la compasión y la universalidad: todos somos merecedores de una salud mental equilibrada, sólo por el hecho de existir. Es importante, para promover una conducta y acciones pro-salud mental, reconocer que no somos más que otras personas…que todos somos dignos de estar bien de mente…ya que sin éste tipo de salud, todo pero todo anda mal…¡son los trastornos que más afectan a las demás áreas de la vida y los que menos tomamos en cuenta! Es por eso, que trabajar la compasión: saber que un otro sufre y a partir de eso darle una mano para que salga adelante; en conjunto con la universalidad, generará que hagamos de este mundo un espacio de armonía, plenitud y felicidad; y no de infinito dolor, como se está convirtiendo en la actualidad.

¿Y tú? ¿Te sumas a las iniciativas que plantee en esta nota para celebrar el día internacional de la Salud mental? Cuéntame qué te pareció este post en los comentarios.

¡Vamos por un lugar con mayor trabajo personal, gestión de emociones, compasión y universalidad! Esas son las generaciones con las que sueño…y nunca, pero nunca es tarde para comenzar a reparar.

Nos merecemos estar bien.

Un abrazo enorme, que tengan linda semana y feliz miércoles,

Cariños

MI Pacareu.