Gestión de Emociones: La libertad de sentir Fecha: 04 de Noviembre, 2020

Las emociones… un campo minado para algunos que aún no las exploran o las viven de forma intensa, y un aliado para aquellos que sí saben gestionarlas y reconocerlas. Pero realmente ¿somos libres al sentir? ¿O tenemos algunas emociones asociadas a algo negativo (como por ejemplo la rabia) y las reprimimos? ¿nos dejamos un espacio en nuestro día a día para saber qué nos pasa, qué sentimos? ¿las tomamos en cuenta o preferimos evitarlas?

“El que mucho traga, se ahoga” dice el refrán, y así es…una de las razones más comunes que nos invita a aprender a gestionar nuestras emociones, es que muchas veces explotamos o somatizamos por haberlas dejado “bajo la alfombra”. U otra razón común, no es evitarlas simplemente o reprimirlas, sino que vivirlas con una intensidad y frecuencia que nos hace sufrir – y bastante -. En ambas situaciones, estaremos hablando de maneras pobres de gestionar nuestras emociones…y ¡no es para culparnos! pero sí para observarlo, abrazarlo y hacernos cargo.

¿Te sientes identificado con lo que te estoy contando? Me imagino que sí…dado que hace falta taaanta pero tanta educación emocional. Es más, yo siempre revelo y les cuento que a mis 24 años comencé una terapia, en la cual no era capaz de contactarme con mis emociones en muchas ocasiones. Al llegar a la sesión, le comentaba a mi terapeuta “esto me dio lata, lo encontré fome” ¡PERO ESO NO DECÍA NADA! ¿Qué era esa lata realmente…quizás pena o rabia? ¿desilusión? Y así fue como empecé a contactarme conmigo, mis emociones y comencé a ser MÁS LIBRE. Ya no vivía totalmente atada a un sentir sin razón o una emoción que muchas veces me pasaba la cuenta sin percatarme (como cuando somatizaba con alguna enfermedad aguda o crónica). Te cuento esto por dos cosas:

  1. Si yo fui capaz, tú también puedes. ¡Mírame ahora, escribiendo sobre esto! Y eso no significa que muchas veces olvide cómo gestionarla y todo lo haga “perfecto y en calma” ¡Claro que no! Pero sí tengo mil herramientas más que antes y eso me lleva a sentirme conectada conmigo misma en la mayoría de experiencias que vivo.
  2. Es normal no contactarnos, no saber qué nos pasa muchas veces…tenemos un gran vacío de aprendizaje emocional y eso en algún momento, nos pasa la cuenta y hay que comenzar a incorporarlo…de a poco, pero hacerlo (nos lo debemos…y una vida sin emociones, termina haciéndonos sentir vacíos y lejos de nuestra propia persona).

¿Y cómo empiezo a gestionar mis emociones?

Para esta gran tarea, lo primero que te recomendaría es hacer terapia…creo que es crucial de un apoyo para comenzar este camino de conexión emocional. No obstante, si quisieras partir con algo más pequeño, un paso más ligero… podrías comenzar anotando cómo te sientes cada día.

No sólo pensar “no me gustó cómo me dijo esto” sino que empezar a incorporar la segunda parte y la más importante: la de qué emoción te generó. Entonces sería “no me gustó cómo me dijo esto…eso me hizo sentir triste” y así es como vaz identificando qué pasa en tu interior, lo que te acerca a ti mismo, te ayuda a tomar las decisiones no solo con la cabeza, si no que también con el corazón. Finalmente, podemos traicionar a nuestra cabeza, pero no a nuestro corazón.

Espero que este contenido te haya hecho sentido, te haya resonado y te haya motivado a comenzar a trabajar en ti, tus emociones y autoestima. El cómo gestionamos nuestras emociones también impacta en nuestra percepción de nosotros mismos, es por eso que es un gran tema a abordar y que me hace mucho sentido escribirlo ¡porque influye en nuestro nivel autoestima. Pero recuerda…paso a paso, los procesos son importantes y hay que vivirlos.

Si te gustó el contenido, feliz de que me dejes un comentario acá abajo, lo compartas/guardes en tu Instagram. ¡Repartamos por todos lados contenido valioso!

Te mando un abrazo apretado,

Cariños del alma.

Mipacareu.