Autocuidado vs. Autoexigencia Fecha: 28 de Octubre, 2020

Si te consideras una persona autoexigente, este post es para ti. ¿Sientes que te cuesta darte espacios de autocuidado? ¿que muchas veces la exigencia te pasa la cuenta y te das cuenta que llegaste a un estado de agotamiento, de sentirte sobrepasado y no hay punto de retorno? Si es así…sigo insistiendo que este post es para ti.

El ser autoexigentes no necesariamente nos llevará a cumplir nuestros objetivos, sino que de eso se encargará nuestro sentido de responsabilidad o de excelencia. La autoexigencia es ponernos estándares altísimos que sólo nos llevan a descuidarnos, es dejar de lado que somos humanos y que requerimos de cuidados básicos, por el hecho de tener que cumplir – algo que nosotros mismos nos hemos impuesto –

La autoexigencia es lo opuesto al autocuidado

Para ser clara como el agua, me gustaría darles un par de ejemplos que clarifican la diferencia entre autoexigencia v/s autocuidado. Y que muchas veces se pueden confundir…

Ejemplo 1: Cuando hacemos deporte 5 veces a la semana y nos empezamos a sentir culpables el día que no podemos entrenar, aunque sea por razones de fuerza mayor (nos sentimos mal, nos duele el cuerpo o simplemente estamos agotados por motivos personales o laborales), eso ya no es autocuidado, es autoexigencia.

Ejemplo 2: Si me gustaría empezar a tomar 2 litros de agua diarios, pero estoy todo el día pensando en dónde tomar agua o cuántos litros llevo, eso deja de ser autocuidado, y comienza a ser autoexigencia. La autoexigencia viene acompañada de un estado de ansiedad, una preocupación asociada al no cumplimiento de lo que nosotros mismos nos impusimos.

Ejemplo 3: Si comienzo mi proceso de amor propio y mejora de mi autoestima, pero me castigo cada vez que me digo algo que no es bonito a mi mismo y eso me empieza a generar un estrés o una exigencia por mejorar mi percepción personal de forma rápida e inmediata… eso ya no es autocuidado, es autoexigencia.

En el preciso momento en donde el autocuidado se vuelve una carga negativa o un estrés, y lo dejamos de disfrutar, es cuando pasa a ser una autoexigencia. ¡Permitámonos los errores para poder fluir! Los planes perfectos, son los más imperfectos.

¿Y tú? ¿Has caído en esta dinámica en donde el autocuidado comienza a ser una autoexigencia? ¡Cuéntame en este post!

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Que tengas una linda semana,

Cariños como siempre

Mipacareu,