Actuar para transformar nuestro pensar y sentir

Una de las corrientes de la psicología con que más trabajo, me identifico y me hace sentido es la cognitivo-conductual. Y hoy, me encantaría contarte un poco sobre ella, porque siento que muchas veces los psicólogos pecamos de no explicar con claridad cuál es nuestro enfoque y cómo puede aportar a la persona que está consultando. Mi idea de hoy es que comprendas no sólo la corriente, sino también veas con claridad el para qué lo usamos tanto en Mipacareu.

“La terapia cognitivo-conductual (TCC) se basa en la relación entre pensamientos, emociones, sensaciones físicas y comportamientos. Todas estas áreas están interconectadas y ejercen influencia entre ellas” Con esto, quiere decir que nuestros pensamientos están directamente relacionados en lo que sentimos y por ende, cómo actuamos, y viceversa. Entonces, por lógica, si cambiamos nuestros pensamientos, podremos modificar nuestro sentir y actuar; y si modificamos nuestras acciones, nuestros pensamientos y emociones también podrían variar. Quizás hasta ahora pienses que esto suena a pan comido, o que es demasiado obvio para estar haciendo una nota en mi blog sobre esto. Pero para mí, como psicóloga y también paciente, fue todo un descubrimiento cuando lo llevé a la práctica. Hasta ahora me ha permitido ver cambios importantes y concretos en cómo vivo lo que me pasa, desde mis pensamientos hasta mis emociones, y cómo decido actuar ante una situación particular (sobre todo si pienso cómo y qué hubiera hecho antes ante esa misma situación).

¿Cuáles son las ventajas de trabajar con este enfoque?

  • Es altamente efectiva: es la terapia con más validación y evidencia científica (es decir, hay respaldo de que realmente sirve para aliviar los síntomas de los que recurren a ella).

  • Se trabaja a través de objetivos concretos y co-construido con el paciente, lo que permite ver avances a corto-mediano plazo (a medida que se van cumpliendo).

  • El terapeuta tiene un rol activo, lo que genera que el paciente se sienta en un espacio en donde no sólo habla sobre lo que le aqueja, pues también interactúa constantemente con el psicólogo.

  • Hay vasta evidencia de que esta corriente ayuda a disminuir síntomas depresivos y ansiosos, los cuales son cada vez más recurrentes a nivel de población mundial.

Por todo esto y mucho más, este es el tipo de terapia que usamos en Mipacareu. Y si a esto, le sumamos todo lo que aporta la psicología positiva ¡Pum! Tenemos una bomba de contenido. ¡Quizás todavía no sepas cómo es que te ayudamos, y simplemente sientas que lo hacemos! Y esta es la respuesta ante esa sensación que experimentas en los talleres, diario de amor propio, cursos del Club Mipacareu y más: todos los ejercicios terapéuticos que te entregamos con mucho cariño y amor, tienen esta base. Yo misma he visto los resultados potentes que se logran cuando usamos estas técnicas, y es por eso que las comparto con tanto convencimiento. Además, que el hecho de que estén validadas para mi es el mayor voto de confianza que me puede dar un enfoque terapéutico como éste.

¿Ahora cómo seguimos?

Pues claro que no doy puntada sin hilo cuando se trata de acompañarlas en su crecimiento personal y mejora de autoestima. ¿Para qué hice esta nota? Quiero que comiences a actuar, y así puedas modificar tu pensar y sentir. En la semana de la autoestima quiero que aprendas técnicas y te llenes de conocimientos poderosos para poder sentirte mejor cada día contigo misma, quiero que disfrutes de la relación con tu cuerpo, tu mente, tus emociones y aprendas a priorizar el autocuidado.

Es hora de actuar, y este es el primer paso que puedes dar. Este no es un regalo de mí para ti solamente, si no también de ti para ti. Recuerda inscribirte en este link e invitar a todas las personas que quieras (no tiene costo). Una vez suscrita, tienes que ir a tu correo electrónico a confirmar tu suscripción, de lo contrario, no quedarás registrada en la base de datos (recuerda revisar la bandeja de correo no deseado o promociones, a veces llegan ahí).

¿Nos vemos? ¡Espero que sí!

Cariños como siempre,